PSICOMOTRICIDAD EN EL TRATAMIENTO DE LAS DEMENCIAS

Todas las semanas impartimos sesiones de psicomotricidad en nuestro centro que generan algunas dudas y llegan a ser motivo de controversia entre algunos de nuestros usuarios. Al fin y al cabo estas sesiones son algo parecido a una clase de gimnasia mezcladas con algunos juegos y relajaciones “¿y para qué necesito yo trabajar eso si lo que realmente necesito es mejorar mi memoria?”

La respuesta a esta pregunta es fácil, la psicomotricidad ni es gimnasia ni son juegos.

Entonces ¿Qué es la psicomotricidad?

Una definición teórica podría ser :

“Capacidad que permite el  desarrollo  físico, psíquico y social de las persona a través del movimiento. […]De una manera integral relacionando las diferentes capacidades (motrices, físicas, afectiva, cognitivas), presentes en los enfermos con deterioro cognitivo.” (www.alzfae.org)

“La intervención psicomotriz se basa en que el movimiento del cuerpo es indisociable del comportamiento, y su desarrollo es paralelo al cognitivo. Y teniendo como referencia el esquema corporal, se trata de coordinar este con el espacial y el temporal, para que el sujeto se desarrolle adecuadamente.” (www.psiquiatría.com).

Por tanto, se podría decir que la psicomotricidad es una intervención global que a través del movimiento trabaja las capacidades perceptivas, físicas, cognitivas y sociales de la persona.

¿Qué objetivos tiene esta terapia?

Como principales objetivos tendría:

  • Mantener las capacidades lo máximo posible ralentizando los efectos del deterioro cognitivo y por tanto conservar su autonomía.
  • Fomentar la independencia de la persona y potenciar su calidad de vida.
  • Favorecer el mantenimiento de las capacidades psicomotrices de los usuarios (equilibrio, lateralidad, esquema corporal, etc.).
  • Potenciar la integración del esquema corporal (tener conciencia de nuestro propio cuerpo en movimiento y de forma estática), así como la estructura espacial y temporal.
  • Aumentar el auto reconocimiento y la autoestima, cómo resultado de los beneficios propios de la actividad física.
  • Mejorar las relaciones sociales y el bienestar emocional.

¿Cómo se trabaja?

En nuestras sesiones diferenciamos tres fases:

  1. Fase de calentamiento:

Nos ponemos en círculo y explicamos a los participantes qué ejercicios físicos de calentamiento vamos a llevar a cabo. Los ejercicios se realizarán principalmente sentados y utilizaremos distintos elementos tales como aros, picas, pelotas, etc. 

2. Fase de la actividad:

Proponemos y explicamos la actividad psicomotriz que llevaremos a cabo en esa sesión y con la que trabajaremos unos objetivos más concretos. Algunos ejemplos de estas actividades podrían ser:

  • Si doy una palmada por encima de mi cabeza, da un golpe con tu pierna derecha. Si la doy por debajo de mi cabeza hazlo con la izquierda. 
  • Memoriza cuántas veces consigues meter esta pelota en el aro de su color.
  • Intenta reproducir una secuencia rítmica a través de la percusión de distintos objetos.
  • Golpea esta caja de tal manera que consigas meterla de un golpe en una zona señalizada.
  • Realiza un circuito sin que se te caiga un globo que sujetas. 

3. Fase final o vuelta a la calma

Explicamos a los participantes algunas técnicas de respiración y relajación y los beneficios que aportan cada una de ellas en el cuerpo y la mente.

Además de aprender a regular la respiración, esta actividad se realiza con el fin de trabajar la percepción del cuerpo a través de los sentidos y la coordinación de los movimientos corporales.

Como conclusión a lo anteriormente dicho, la intervención psicomotriz brinda a las personas con algún grado de demencia de una serie de estrategias y habilidades para mejorar su calidad de vida e independencia.

Elena Rodríguez
Terapeuta Ocupacional AFAMSO

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