El deterioro cognitivo, especialmente en condiciones como la demencia, puede hacer que actividades cotidianas como vestirse se conviertan en un desafío significativo. Sin embargo, con el apoyo adecuado y el uso de ayudas técnicas, es posible mejorar la autonomía y calidad de vida de las personas afectadas. La terapia ocupacional juega un papel fundamental en este proceso, proporcionando estrategias y herramientas que facilitan estas tareas diarias.
¿Qué es la Apraxia del Vestido?
La apraxia del vestido es una dificultad específica para realizar la secuencia de movimientos necesarios para vestirse, a pesar de tener la capacidad física para hacerlo. Esta condición es común en personas con demencia y otras formas de deterioro cognitivo, afectando su capacidad para realizar tareas cotidianas de manera independiente.
Relación entre demencia y apraxia del vestido:
- Enfermedad de Alzheimer: En fases avanzadas, los pacientes pueden mostrar dificultad para realizar tareas diarias, incluyendo vestirse, debido a la afectación de la planificación motora y la memoria procedimental.
- Demencia frontotemporal: Esta demencia puede afectar la conducta y el control motor, llevando a dificultades en tareas como vestirse, a menudo debido a problemas de secuenciación y ejecución de acciones.
- Demencia con cuerpos de Lewy: Las fluctuaciones en la cognición y las habilidades motoras pueden causar dificultades intermitentes con el vestirse.
Características de la apraxia del vestido:
- Errores en la secuencia: La persona puede ponerse la ropa en el orden incorrecto (por ejemplo, ponerse los pantalones antes de los calzoncillos).
- Errores espaciales: Dificultad para orientarse correctamente con la ropa (por ejemplo, no saber dónde están las mangas).
- Desconocimiento de la función de las prendas: No reconocer o recordar cómo se usa una prenda de vestir específica.
- Problemas con la manipulación de objetos: Dificultad para abrochar botones, cerrar cremalleras, etc.
Manejo de la apraxia del vestido en demencia:
- Estructura del ambiente: Mantener un entorno ordenado y sin distracciones para facilitar la concentración en la tarea. Mantener la ropa organizada y accesible, con cada prenda dispuesta en el orden en que debe ser usada
- Simplificar las tareas: Dividir el proceso de vestirse en pasos más pequeños y manejables. Además, utilizar ropa fácil de poner y quitar (uso de ropa con velcro, cierres magnéticos, o elásticos en lugar de botones y cremalleras).
- Orientar y ayudar: Proporcionar ayuda verbal y física, guiando al familiar paso a paso. Si es necesario, demostrar cómo realizar cada paso del proceso de vestirse. También puede ser recomendable utilizar etiquetas visuales o señales para indicar la secuencia correcta de vestirse.
- Planificación de la rutina diaria: Ayudar a establecer una rutina diaria consistente que incluya tiempos y horas específicas para vestirse.
- Uso de Ayudas Técnicas: Introducir herramientas como calzadores de mango largo, barras de apoyo, y asientos para vestirse.
Algunas de las ayudas técnicas más utilizadas son:
– Calzadores de Mango Largo:
Descripción: Herramienta con un mango largo que ayuda a ponerse los zapatos sin necesidad de agacharse.
– Abrocha botones:
Descripción: Dispositivo diseñado para ayudar a abrochar y desabrochar botones.
– Sube cremalleras:
Descripción: Herramienta que ayuda a subir y bajar cremalleras.
Otra alternativa es poner un clip en la cremallera para que el área de agarre sea mayor y facilite el manejo.
– Sube calcetines:
Descripción: Dispositivo que sostiene las medias o calcetines abiertos mientras la persona desliza el pie dentro.
– Ropa Adaptada:
Descripción: Ropa diseñada específicamente con cierres fáciles de usar, como velcro o imanes en lugar de botones y cremalleras, zapatillas sin cordones, etc…
– Barras de Apoyo y Asientos para Vestirse:
Descripción: Instalación de barras de apoyo en áreas clave y uso de sillas o bancos estables.
El uso de ayudas técnicas para vestirse es altamente beneficioso para las personas con demencia, además de para otro tipo de patologías, mejorando su independencia, seguridad y calidad de vida.
Al integrar estas herramientas con el apoyo de la terapia ocupacional, se pueden abordar las dificultades específicas de cada usuario, promoviendo un entorno más seguro y eficiente tanto para los usuarios como para sus cuidadores.
Lucía Fernández Cáceres Terapeuta Ocupacional de AFAMSO